sábado, 1 de enero de 2011

El libro físico ha muerto, viva el libro digital

El libro físico acaba de morir con el fin de año. Lo siento. Ya sé que no es ortodoxo decirlo, pero me respalda una historia larga como lector y una biblioteca de más de tres mil ejemplares en las estanterías de mi familia. Pero ¿qué ha hecho que mis dudas se disipen tan rápidamente? ¿Cómo puedo ser tan loco? Varios hechos significativos me llevan a realizar una afirmación temeraria. Resumo:
- Me he comprado mi primer e-book de Sony y me ha encantado. Fácil y amable lectura, capacidad para escribir encima del texto o para subrayar, distinto tamaño de letra, capacidad para almacenar varios libros a la vez y poder intercambiarlos. Y eso que todavía  la tecnología está en mantillas. En dos o tres años se podrán realizar múltiples tareas que facilitarán la vida a los lectores y a los escritores (me estoy imaginando la posibilidad de cambiar texto en la propia novela o pasar todas la citas a un archivo word y tener así tu propio diccionario de sentencias, etc.)
- Me he leído el primer libro completo en un e-book con plena satisfacción, metido en la historia como siempre, disfrutando de la trama y de los personajes, sin echar en falta el papel; es más, contento pensando que ya no tendré que soportar en la cama un tocho de 800 páginas que me dormía los brazos o una letruja que me cegaba en algunos libros de bolsillo.
- Me he descargado los primeros libros digitales de bibliotecas en internet que auguran años inmensos de placer volviendo a saborear a los clásicos y/o a olvidados autores. Todos los escritores con obras descatalogadas volverán a tener cabida en el ciberespacio, con lo que ganarán sus seguidores y la literatura como nunca antes.
- Me han llegado por distintas vías los primeros lugares de descarga de libros con novedades y mucha de la literatura basura sobre la que escribo. Parece que se repetirá el modus operandi de la música o las películas.
- Mi hija se ha interesado por el e-book según lo ha visto, sacando gran similitud a su nintendo.
- Otros amigos lectores empedernidos se han pasado también al e-book sin ningún remordimiento de conciencia.
En fin, lo dicho, como con los reyes cuando fallecían, "el libro ha muerto, viva el libro". Y feliz comienzo de año (aunque no creo que lo sientan así los grandes editores, distribuidores y libreros).

1 comentario:

  1. Lo lógico es que convivan durante muchos años. Después el libro físico tendrá otra utilidad, más de icono.

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